Los
alumn@s de tercero hemos escrito este cuento navideño siguiendo una técnica de
Rodari, plantear una pregunta: qué pasaría si…
¿Qué
pasaría si un día abres el frigorífico y descubres que desde el fondo se ve una
luz que da a un espacio exterior?
Pablo y
el reno
Una
tarde de invierno Pablo tenía mucha hambre y fue a la cocina para hacerse la
merienda. Iba pensando que le apetecería comerse un bocadillo de chorizo con
tomate.
Abrió
el frigorífico y vio una extraña luz. Se quedó mirándola fijamente, empujó el
fondo y se abrió un paisaje cubierto de nieve. Decidió investigar lo que había
y cruzó la puerta. Lo primero que vio fue unas huellas no muy grandes que
parecían de caballos o de algunos animales que tenían pezuñas.
Siguió
las huellas y encontró a un reno herido. Le observó detenidamente .Como
cojeaba, miró la pezuña y tenía una astilla clavada.
-¿Qué
te ha pasado?-Le preguntó Pablo.
-He
salido a jugar y a resbalarme en la nieve. Me lo estaba pasando muy bien hasta
que aterricé en ese tronco partido.
-¿Donde
están tus padres?
-Están
muy atareados ayudando a Papá Noel a repartir los regalos.
-Yo
te podría ayudar. ¿Dónde vives?
-En
la casa de Papá Noel. No está muy lejos de aquí. ¿Ves el humo de esa chimenea?
Pues ahí está.
Pablo
lo cogió entre sus brazos y lo llevó a la casa que le había indicado.
La
puerta estaba abierta entró y vio muchíiiisimos regalos.
¡En
tres ponía su nombre!
-¿Quien
está ahí?-Preguntó el elfo.
-Soy
Pablo y he encontrado al pequeño reno herido.
-Yo
soy Barba Roja y estoy vigilando la casa de Santa. Muchas gracias por traerme
al pequeño Rodolfo, es algo travieso pero le queremos
mucho. Y ahora debes marcharte porque si Santa te ve no te llevará ningún
regalo.
Pablo
se despidió de sus amigos y decidió regresar siguiendo las huellas que había
dejado. Por el camino y miró hacia el
cielo y veía como Santa regresaba con el trineo vacío. Los padres de Rodolfo
eran los que arrastraban el trineo.
Al
final del camino se deslumbró, vio una luz muy intensa que le hizo cerrar los
ojos.
De
repente escuchó una voz que le decía:
-¡Pablo!
¿Qué haces ahí pasmado mirando la botella de leche y con el frigorífico
abierto? Vamos a preparar un Colacao calentito y a acostarnos pronto porque
Papá Noel vendrá esta noche.
A
la mañana siguiente no vio los tres regalos que esperaba. ¡Tenía cuatro!
¡Un
precioso reno de peluche con un collar que ponía Rodolfo!